- Nuestro país se encamina a ser uno de los países más envejecidos de la región, con un ritmo de cambio demográfico muy alto.
Cada 1 de octubre se conmemora el Día Mundial del Adulto Mayor, una fecha que invita a reflexionar sobre la realidad de quienes integran este grupo etario y a generar conciencia en torno a sus necesidades. En Chile, el desafío es particularmente urgente, hoy, 1 de cada 5 habitantes tiene 60 años o más, y se proyecta que para 2050 esta cifra aumente a 1 de cada 3, lo que convierte a nuestro país en el que experimenta el cambio generacional más acelerado de América Latina.
El envejecimiento de la población no debe entenderse solo como un reto sanitario, sino también como una oportunidad para construir una sociedad más inclusiva, activa y saludable. En este contexto, los principales cuidados de las personas mayores deben estar orientados hacia la prevención y el autocuidado. “Mantener una alimentación equilibrada, practicar actividad física regular, evitar el consumo de tabaco y alcohol, y sostener vínculos sociales y familiares son pilares que favorecen un envejecimiento activo, reducen el riesgo de enfermedades crónicas y ayudan a preservar la autonomía. Asimismo, la estimulación cognitiva y el acompañamiento emocional resultan fundamentales para prevenir cuadros de deterioro y aislamiento”, comenta la Dra. Pamela Chávez, geriatra del Centro del Adulto Mayor de Clínica Universidad de los Andes.
Se recomienda que los adultos comiencen a consultar a un geriatra a partir de los 60 años, incluso si se encuentran en buen estado de salud. “A diferencia de otros especialistas, el geriatra aborda la salud de manera integral, considerando aspectos físicos, mentales, emocionales y sociales”, añade la especialista. Estas evaluaciones permiten detectar precozmente problemas como fragilidad, caídas, deterioro cognitivo o trastornos del ánimo, además de orientar a las familias en los cuidados que cada persona pueda requerir.
El acceso temprano a la geriatría favorece diagnósticos oportunos y planes de tratamiento personalizados que impactan directamente en la calidad de vida y fortalecen la autonomía del adulto mayor. En paralelo, cobra cada vez más relevancia, ya que este cambio demográfico requiere que las distintas disciplinas de la salud, las ciencias sociales y las humanidades integren en su formación y práctica un conocimiento sobre las necesidades específicas de la población mayor.
“En este Día Mundial del Adulto Mayor, se hace un llamado a tomar conciencia sobre la relevancia de anticiparse al envejecimiento. Promover hábitos saludables desde etapas tempranas de la vida, fomentar espacios comunitarios inclusivos y garantizar el acceso a una atención médica especializada” concluye la geriatra.