Ofrecer variedad de verduras al almuerzo y evitar los alimentos ultra procesados son algunas de las recomendaciones.

Con el regreso presencial a clases muchos padres se preguntan qué características debiese cumplir una alimentación equilibrada para sus hijos. En ese contexto, Bárbara Flores, Nutricionista de Edenred, empresa líder mundial en el rubro de servicios y beneficios laborales, entrega algunos lineamientos para cumplir con estándares saludables.

Según explica la profesional, si nos ponemos en el caso de un niño(a) sano y con estado nutricional normal, el desayuno debiese incorporar media porción de fruta, un lácteo y un cuarto de pan (marraqueta, por ejemplo), el cual puede ser reemplazado por una porción similar de cereales.

Para la colación, en tanto, que suele ser a media mañana, Flores recomienda frutas, frutos secos y/o lácteos. También se pueden incorporar barras de cereales, siempre que no tengan azúcares añadidas.

Para el almuerzo —que debe consistir en preparaciones caseras comunes y corrientes— la profesional destaca que siempre hay que ofrecer ensalada de forma variada. Según explica “es fundamental la diversidad de colores en las verduras que elijamos, pues tienen distintos componentes nutricionales. No hay que quedarse en el tomate y la lechuga”.

En cuanto a las costumbres que los padres deben evitar fomentar en sus hijos está, principalmente, el abuso de alimentos ultra procesados. “Las papas fritas, los nachos, los queques con relleno de cremas y las bebidas entran en esta categoría”, asegura Flores.

Finalmente, y tomando en cuenta que muchas veces la jornada escolar es extenuante, la nutricionista recalca que una buena alimentación siempre es útil para mantenerse concentrados. Añade que “de todos modos, los frutos secos y una buena hidratación en base a agua, contribuyen a que mejore el rendimiento”.

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